Cuando recibí las cartas de Goddess Power, estaba entusiasmada por ayudar a otras mujeres a conectar con sus energías femeninas y asumir su propio proceso de sanación.
Sin embargo la sola palabra Diosa, parece espantar a muchas personas y confundir a quienes poco o nada han leído de metáforas, arquetipos, simbología y psicología.
No se trata de adorar a diosas paganas o alejarnos de nuestro camino espiritual o creencia religiosa. Se trata de recordar el camino a casa (el camino del alma); honrar, celebrar y respetar nuestras energías femeninas que sirven para mucho más que dar a luz a nuestros hijos.
El olvido, la ignorancia, la vergüenza, la negación y la lucha contra nuestra sabiduría ancestral y la magia de la diosa que nos habita; nos conduce siempre a enfermedades, relaciones tóxicas y prolongación de traumas de los que ni siquiera hablamos.
Por eso he creído oportuno contarles a qué me refiero cuando hablo del Poder de la Diosa y porque me parece muy útil y productivo trabajar con los arquetipos culturales.
El Tarot Evolutivo, como otras terapias, es un recurso para acceder, a través de símbolos, a nuestro subconsciente, a nuestras memorias olvidadas y como dice Clarissa Pinkola Estés, a nuestro río subterráneo.
“Hay un ser que habita en el subsuelo salvaje de la naturaleza femenina. Esta criatura es nuestra naturaleza sensorial y, como cualquier criatura integral, tiene sus propios ciclos naturales y nutritivos. Este ser es inquisitivo, amante de la relación, a veces rebosa energía y otras permanece en estado de reposo. Reacciona a los estímulos sensoriales: la música, el movimiento, la comida, la bebida, la paz, el silencio, la belleza, la oscuridad .
Este aspecto de la mujer es el que posee calor. No un calor del tipo "Vamos a acostarnos, nena", sino un fuego subterráneo cuyas llamas suben y bajan cíclicamente. A partir de la energía que allí se libera, la mujer actúa según le parece. El calor de la mujer no es un estado de excitación sexual sino un estado de intensa conciencia sensorial que incluye su sexualidad, pero no se limita a ésta.
Mucho se podría escribir acerca del uso y el abuso de la naturaleza sensorial de las mujeres y acerca de la manera en que ellas y los demás reprimen sus ritmos naturales o intentan apagarlos por completo. Pero vamos a centrarnos en su lugar en un aspecto que es ardiente y decididamente salvaje y despide un calor que mantiene caldeadas las bajas sensaciones. En la época moderna apenas se ha prestado atención a esta expresión sensorial de las mujeres y, en muchos lugares y momentos, incluso se la ha desterrado por completo.
Hay un aspecto de la sexualidad de las mujeres que en la antigüedad se llamaba lo obsceno sagrado, no con el significado con que hoy utilizamos la palabra "obsceno" sino con el de "sexualmente sabio e ingenioso", y se tributaban a las diosas unos cultos dedicados en parte a la irreverente sexualidad femenina. Los ritos no eran despreciativos sino que más bien pretendían representar algunas partes del inconciente que incluso hoy en día siguen siendo misteriosas e inexploradas.
La idea misma de la sexualidad como algo sagrado y, más concretamente, de la obscenidad como un aspecto de la sexualidad sagrada, es esencial para la naturaleza salvaje.
Había en las antiguas culturas femeninas unas diosas de la obscenidad así llamadas por su ingenua y, sin embargo, astuta lascivia. Pero el lenguaje, por lo menos en castellano, dificulta enormemente la comprensión de las "diosas de la obscenidad" como no sea en términos vulgares.
He aquí el significado del adjetivo "obsceno" y otros vocablos afines. A través de estos significados creo que se comprenderá por qué razón este aspecto del antiguo culto de la diosa fue desterrado bajo tierra.
Me gustaría que mis lectores consideraran estas tres definiciones de diccionario y sacaran sus propias consecuencias:
• Sucio: El significado del término se ha extendido hasta abarcar cualquier tipo de suciedad y especialmente el lenguaje obsceno*.
• Palabrota: Palabra obscena, expresión utilizada también actualmente para designar algo que se ha convertido en social o políticamente impopular o sospechoso, a menudo a causa de críticas y descalificaciones injustificadas o por no seguir las tendencias del momento.
• Obsceno: del hebreo antiguo Ob, con el significado de "maga", "bruja".
Todos estos términos tienen cierto carácter despectivo Y, sin embargo, subsisten en todas las culturas mundiales vestigios de cuentos que han sobrevivido a las distintas purgas. En ellos se nos dice que lo obsceno no es vulgar en absoluto sino que más bien se parece a una especie de criatura de naturaleza fantástica que uno quisiera tener por amiga y cuya visita desearía con toda el alma recibir.
Hace unos años, cuando empecé a narrar "cuentos de la diosa obscena", las mujeres sonreían y después se reían al oír los relatos de las hazañas de las mujeres, tanto reales como mitológicas, que utilizaban su sexualidad y su sensualidad para conseguir un objetivo, aliviar una pena o provocar la risa, y, por este medio, enderezar algo que se había torcido en la psique. También me llamó la atención la forma en que las mujeres se aproximaban al umbral de la risa cuando se hablaba de estas cuestiones. Primero tenían que apartar a un lado todas las enseñanzas recibidas, según las cuales reírse de aquella manera no era propio de una señora.
Y yo comprobaba que el hecho de ser una señora en una situación apropiada ahogaba a una mujer en lugar de ayudarla a respirar. Para saber reír hay que poder exhalar el aire e inspirar en rápida sucesión. Sabemos por la quinesiología y otras terapias corporales como el Hakomi que el hecho de inspirar nos hace experimentar sensaciones y que, cuando no queremos sentir nada, contenemos la respiración.”
Clarissa Pínkola EstésMujeres que corren con los lobos
La autora que inspiró a Colette Baron-Reid para publicar el Oráculo de las Diosas / Goddess Power, es Jean Shinoda Bolen.
En 1984, Shinoda Bolen publicó Las diosas de cada mujer. Una nueva psicología femenina, un libro que combina la perspectiva feminista con la psicología arquetípica junguiana y que puso a disposición de las mujeres una paleta de pintor de figuras con las que las podían identificarse, de acuerdo con los valores que más las representaban. A través del rescate de diosas como Atenea, Artemisa, Demetria, Perséfone y Hestia, la autora validó las diversas elecciones de vida de generaciones de mujeres.
Años más tarde, hizo lo mismo para los hombres con Los dioses de cada hombre. Una nueva psicología masculina. Y, más recientemente, ofreció modelos para las mujeres de mediana edad, con Las diosas de la mujer madura. Arquetipos femeninos a partir de los cincuenta, una obra que desafía los prejuicios de los que está sembrado el envejecimiento en las mujeres.
“Las diosas son parte del ámbito del mito y la religión, y son también patrones del inconsciente colectivo, que todas reconocemos. Creo que les dieron a las mujeres la libertad de explorar las distintas partes de sí mismas, que quizá no conocieran. Atenea, con su intelecto y su armadura. La etérea Perséfone, perpetuamente buscando flores. La sensual Afrodita. La salvaje Artemisa. Cuánto más sabemos de los arquetipos, más podemos hallarlos en nosotras, y mejor podemos elegir qué partes necesitamos activar o cultivar. Integrar más de una cualidad puede ser poderoso. Por ejemplo, ser principalmente una Artemisa (como yo) pero con un fuerte componente Atenea, lo que equivale a casar la pasión con la mente. O ser una Atenea a la manera de Sheryl Sandberg, CEO de Facebook: una mujer que se ha hecho lugar entre los varones, pero que ayuda a las mujeres en el mundo corporativo (haciendo alarde de su Artemisa).”Jean Shinoda Bolen
En Las diosas de la mujer madura, Bolen remite a la visión tripartita de la diosa proveniente de la cultura celta, que divide la vida de la mujer en tres etapas: niña-madre-matrona. Este último término –crone, en inglés– tiene mala prensa en todos los idiomas. De hecho, un libro posterior de la autora, llamado en el inglés original Crones Don’t Whine, fue traducido como Las brujas no se quejan, hecho que a Bolen le causa una gracia inmensa. Esa risa no es casual: es el atributo principal de Uzume, diosa del panteón posmenopáusico, asociada con el humor, la alegría y el desparpajo.
Para cambiar el estigma asociado a la matrona, o mujer sabia, se inspiró en el concepto de viriditas (acuñado por la mística Hildegard de Bingen para nombrar la fecundidad de la naturaleza, como reflejo de lo divino) y propuso hablar de “green and juicy crones”: matronas verdes y jugosas. En otras palabras, ¡llenas de vida!
Puedes leer la entrevista completa de la revista Sophia, cuando Jean Shinoda Bolen, visitó Argentina.
Si quieres conocer sobre simbología y su importancia en el uso e interpretación de las palabras, te invito a leer un par de notas que escribí, en mi página de Puentes Literarios. En ellas entenderás, que además de nuestro subconsciente, debemos tener en cuenta el inconsciente colectivo, aquello que culturalmente nos afecta a todos, en nuestra manera de pensar, hablar y mirar el mundo.
Simbología y su uso en la literatura y en el arte – Parte I
Simbología y su uso en la literatura y en el arte – Parte II
Si aún no has visto el video donde explico cómo es el mazo de Goddess Power, te invito a verlo en este enlace.
Después de recurrir a numerosas terapias, usar diferentes técnicas y meditaciones, descubrí que ya había agotado todos los recursos, usando la mente y el corazón como aliados. Me di cuenta, hace muy poco tiempo, que todo aquello que no funcionaba en mi vida, se había quedado varado desde el ombligo para abajo.
Comencé a leer sobre Tantra y comprendí que en estos 54 años, no había aprendido a usar mi energía femenina y muchas de mis enfermedades habían sido causadas, no sólo por traumas o memorias de heridas emocionales, sino por un mal uso de mi poderosa energía sexual y creativa. Como muchas mujeres, había vivido gran parte de mi vida, disociada de mis ciclos naturales, de las fases de la luna y de todo lo relacionado con mi vida sagrada.
Al descubrir a las Moon Mothers y las bendiciones lunares del útero, aprendí a conectar mi corazón con mi cuenco sagrado y comencé un lento y largo proceso de reconocer, valorar, honrar, celebrar, aceptar, respetar y venerar mi cuenco. Porque después de todo, nuestro cuerpo es el templo por donde Dios respira.
Las cartas de Goddess Power llegaron a mi como un regalo del universo, como una respuesta contundente a muchas preguntas que le hago a Dios cada noche, como una señal que marca el camino del alma, como una bendición para mi corazón y mi tarea como Terapeuta Holística.
Desde ese lugar, desde esa bendición, las incluyo en mis sesiones de Tarot Evolutivo, en los Talleres Terapéuticos y en el grupo de Mujeres Lunares.
Una sabia mujer que siempre habla de la magia, los ciclos de la luna, y lo sagrado en cada mujer es la Abuela Margarita.
Es tiempo de cuidarnos, amarnos, reconocernos, acompañarnos y bendecirnos desde el eco sagrado que habita en nuestro cuenco, en nuestra caverna, en nuestro río subterraneo.
Te espero.
Te acompaño.
Te bendigo.
Te celebro.
Susannah
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